Una de Vaqueros. . .
Arturo García Gaytán.
en twitter: @arturo_ggaytan
en facebook: Arturo García Gaytán.
Morongas,
te quedó grande el uniforme, si no puedes solicita licencia…
Comenzamos el
año 2020 con la esperanza de que a quienes han dicho que este año pinta como
José Luis Cuevas, la boca se les haga chicharrón y el ombligo timbre eléctrico,
pues TODOS ocupamos realizar nuestros sueños y alcanzar un estado parecido a la
felicidad.
El ambiente
está caldeado, a nivel municipal, estatal, nacional y mundial, de tal manera,
que si hubiera conciencia y congruencia, faltarían los árboles para colgarse o
los puentes para aventarse, no es un panorama para nada alentador, sin embargo,
hay esperanza.
Morongas está
empecinado en que va a ser el candidato prieto a la gubernatura, soslaya las
encuestas que lo ubican por debajo del sótano, no le otorgan posibilidad
alguna, pero él cree que es el ungido.
Lástima, pues
se sabe que en el cuartel general el presiganso recibe quejas y pormenores del
morongas, pues fiel a su formación y personalidad, desoye consejos, rechaza
ayuda y se niega a gobernar, no se conoce audiencia pública desde que rindió
protesta.
El silviano ha
gastado tres años en darse balazos en las patas, quemó a sus más cercanos, los
fue rotando por la administración pública y el perderé de tal manera que para
repartir candidaturas se van a apretar, además de que ya mostraron la intención
a priori de ir con candidatos externos.
Porque justo
es decirlo, lo de aventar a Marco Antonio Solís, el buqui, no fue charra, fue
una sugerencia de los Chuchos, pues la caballada está lo que sigue de famélica,
y bajo la óptica de que si Morelos es gobernador por un ex futbolista
profesional, Michoacán puede ser administrado por un músico de pueblo.
La cuestión a
nivel nacional va de la mano, discursos huecos para solventar la crisis
institucional del presiganso y su gavilla de priistas saqueadores, el tema de
Manuel Bartlet no deja de ser preocupante, pues como puntada y por decreto se
le absuelve de los precisos señalamientos en su contra.
Luego el
desabasto de medicamentos y médicos en los dos pilares del sistema de salud
federal, IMSS e ISSSTE, éste último con un déficit cercano a los 20 mil médicos
y especialistas y no hay fecha para recuperar plazas, al contrario, cada día se
cierran más servicios.
Y por si no
fuera poco, el trompas utiliza de manera eficaz al dios del dinero y con tal de
reelegirse amenaza con provocar una guerra de proporciones apocalípticas,
desenterré el hacha de la guerra y desempolvó a los viejos ayatolas para que le
sirvan de comparsas, todo, para reelegirse.
Esta
estrategia del empresario metido a gobernante, ha desatado que los agoreros,
profetas y sirimiquis se suelten en medios masivos y redes sociales proclamando
el fin del mundo y la civilización tal como la conocemos, es legitimo que
cualquier ser humano pregone su verdad, de eso a que alguien le crea, bueno.
A grandes
rasgos es el panorama de este incipiente 2020, al que tendremos que abordar con
determinación, buena fe y mucha prudencia, pues si bien es cierto que el mundo
no se acaba en cuanto termine de leer esta columna sí se antoja que sea tiempo
de definiciones personales, familiares y grupales.
En su prisa y
atropello por justificar el sueldo, roberto monroy, el camaleón de las
administraciones públicas, pretende tomarnos el pelo, vernos la cara de idiotas
a los morelianos y turistas que nos visiten en lo futuro, anunció con bombo y
platillo la apertura de las “catacumbas” del centro de Morelia.
Que se sepa,
las catacumbas son un mito, no existieron, no existen y no existirán aunque un
pelele con ínfulas de historiador lo diga, lo que muestra la publicidad de
turismo municipal son los registros, las conexiones del sistema de
alcantarillado que funcionó en la entonces Valladolid antes de que inventaran
el cemento y el tubo de albañal.
Ignorante el
secretarillo y más ignorante su patrón el morongas, pues alguien medianamente
informado sabe del tema y no permitiría una campaña de promoción turística
basada en una vil mentira, al menos es lo que la ética y el sentido común
dictan…
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