Una de Vaqueros. . .
Arturo García Gaytán.
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Estrategia o no, el paso del huracán Patricia fue nota
nacional, hay quien jura que fue para crear una cortina de humo para que el
gobierno federal legitimara sus asuntos, hay quien asegura que fue un milagro
que haya perdido fuerza e intensidad y no haya causado muertes y desolación.
Una cosa es cierta, a los operadores del sistema político
mexicano les quedan bien los accidentes de aviones, de auto en carretera y las
cortinas de humo, trátese de pleitos familiares, desastres naturales o
chupacabras, no obstante, Patricia dejó varios focos rojos encendidos.
En el caso de Michoacán el sistema de protección civil ha
sido un tema al que no se le ha dedicado tiempo ni dinero, el desfase de
equipo, tecnología, logística y capacitación que acusan los cuerpos de socorro
estatales, no digamos los municipales, van más allá de las dos yemas y la
bendición de Dios.
Es una vergüenza que gente como Carlos Quesodepuerco Mandujano
siga apareciendo en escena cuando se convoca al consejo estatal de protección
civil, pues en nueve años (6 de Lázaro y 3 del Chino), ni siquiera pudo
entregar el altas de riesgos requerido por la secretaría federal de Gobernación.
Si Protección Civil estatal compró vehículos fue para que
él y sus lamesuelas se transportaran y sus familias tuvieran con qué ir al
mercado y llevar a los niños al colegio, no hubo avance, por el contrario, y lo
siguen usando como referencia pese a sus magros resultados, pero es ahijado de
mi general.
No ha habido avances en materia de equipamiento, los
rescatistas trabajan bajo su cuenta y riesgo muchas veces poniendo de sus
bolsillos material de curación, amén de que sus salarios son bajos y sus
prestaciones nulas, ni un incentivo para arriesgar la vida por nosotros.
Adrián López Solís, secretario general de gobierno, tiene
un tema bastante candente en sus manos, pues si bien es cierto el impacto de
Patricia no fue catastrófico, si exhibió las carencias de esta área que
dependen de él, y que merece ser marcada como una prioridad por la
administración silvanista, no vaya a ser que el siguiente borrego salga de a
devis.
Ahora, el asunto de los empleados del sector salud es
otro tema candente, sobre todo porque pondrán bajo el microscopio a la actual
administración, de la basificación de gente se sale fácil, pues hay
expedientes, archivos de ingreso y méritos que están en cada legajo, pero,
están pidiendo la cabeza del titular.
Carlos Esteban Aranza Doniz, pudo en muy poco tiempo
echarse encima al personal sindicalizado, de confianza y eventual, su
ratificación fue una desagradable sorpresa para propios y extraños, ya que se
le veía cesado y fuera de la estructura gubernamental, pero no fue así.
Ahora, en la mesa está la propuesta de que sea sustituido, lo que se antoja poco
probable, pues el nuevo gobierno no puede ni debe dar muestras evidentes de
debilidad, por otra parte, tampoco puede fingir que las instalaciones
administrativas de la dependencia no están tomadas por personal de base.
Se operó eficientemente el conflicto con la policía
estatal, que cada año, es un evento cíclico, tiene que ejercer presión para que
el apoyo federal conocido como tractor, llegue a todos los niveles de la
corporación, y gobiernos vienen y van y siempre se pretenden abusar, no es
privativo, por cierto, Jarra no supo del tractor o se lo hubiera llevado.
Un mal síntoma que Gabriela Molina haya salido a los
medios a decir que se suma a las voces que se oponen al apagón digital, pues el
Sistema Michoacano no ha podido renovar sus equipos para transmitir en ese
formato y lo hacen tanto radio como televisión en sistema análogo.
Si persiste en salir a los medios masivos en calidad de
pedigüeña, la van a confundir con Mierdardo, el dizque rector de la casa de
Hidalgo, es increíble que a estas alturas hayan funcionarios o entes políticos
que de verdad crean que el gobierno federal está para resolverles sus
ineficiencias.
Primero debería de justificar, mostrar a la opinión
pública el número de programas que produce, tanto de radio como de televisión,
pues últimamente el canal oficial del gobierno del estado se convirtió en un
repetidor de Canal 11 y otros más, no justifica.
Ahora, dice Miredardo que ocupa la friolera de 900
millones de pesos para librar fin de año, pagar quincenas y prestaciones, otro
que no produce pero como pide, ya va siendo hora de que se auditen las finanzas
de la Casa de Hidalgo, por respeto squiera.
Alguien en el ayuntamiento moreliano que exija a las
empresas responsables de publicidad estática en banquetas, pues parte del
compromiso fue que sus muebles servirían como recolectores de baterías usadas,
las ubicadas en el Libramiento y Calzada La Huerta escupen pilas, pues hace
tiempo no les dan mantenimiento.
No se supo más, anunció el gobernador que la capital del
estado sería resguardada por la Gendarmería Nacional y la Policía Militar, lo
cual sería verdaderamente sano, pues Morelia es la caja de resonancia de la
actividad política, social económica y delictiva.
Ya era hora de que alguien dijera la verdad respecto a la
capital del estado y se ponga en marcha una estrategia que devuelva a los
morelianos la paz social y tranquilidad de antaño, urge una depuración
policiaca y que se evalúe a los mandos.
Alfonso Martínez no ha podido o querido erradicar las
mafias dentro del ayuntamiento, todavía se opera privilegiando giros negros y
vendiendo protección a negocios ilegales, el otorgamiento de licencias
apócrifas y la dispensa de la respectiva inspección.
La secretaria de Educación debería de checar la siguiente
clave:
T5-12120200900000670404,
corresponde a lo que debería de ser un maestro de telesecundaria con un sueldo
entre los 15 y 20 mil pesos mensaules, se va sorprender doña Silvia.
El
libro de este mes es: el abogánster, de Eugenio Aguirre, editorial Planeta,
429-p