Una de Vaqueros. . .
Arturo García Gaytán.
en twitter: @arturo_ggaytan
en facebook: Arturo García Gaytán.
Morongas,
te quedó grande el uniforme, si no puedes solicita licencia…
La capacidad camaleónica del silviano es asfixiante, cuando
el secretario de Hacienda lo manda a paseo sale a rebuznar a los medios tirando
materia fecal al gobierno federal, cuando viene el presiganso, se mimetiza en
el más ferviente chairo, si se trata de ladrar sobre el tema de seguridad
pública igual enseña los dientes.
Lo más
preocupante es que no se cuestionan las dotes histriónicas del goberladrón
michoacano, no, es buena actriz, tal parece que ya no distingue de la asfixiante
realidad en la que vivimos la gente común y la fantasía que nos quiere vender a
fuerza de discursos y poses mamonas.
Millones
de pesos destinados a salud, dijo, cuando un día antes sale su contador a decir
que no se atienen programas porque el dinero se usa para pagar la nómina de
maestros, porque el presiganso se excedió de dosis de atole con el dedo con
silviano.
Desafortunadamente
Michoacán va al garete, sin rumbo, sin crecimiento ni certidumbre, hemos sido
gobernados por un ego voraz adicto a la rapiña de las arcas y que hasta hoy ha
comprado impunidad a muy alto costo y claro, pagamos nosotros con nuestros
impuestos.
El otro
anciano también se mueve en un país de ilusiones, donde la trama se llama
mentira, engaño y saqueo, convoca a médicos jubilados a trabajar gratis para rescatar
el sector salud mientras regala en Sudamérica nuestro dinero, la incongruencia
es una constante en el gobierno federal, que la riega y disemina por todo el
país.
¿Y ahora
quién podrá ayudarnos?
Nadie,
salvo que comencemos a cuidarnos y protegernos nosotros mismos, pues los que
deberían de velar por nuestra persona y pertenencias están muy ocupados
saqueando las arcas públicas y no tienen tiempo de distraerse de su tarea.
Por cierto,
¿hay algún antecedente del número de concesiones de transporte público que actualmente
dan servicio? En pleno siglo 21 y donde todos los actores políticos se llenan
el hocico de ser transparentes, el padrón de concesionarios de transporte sigue
sumido en la nata de embutes y corruptelas.
Esos liderzuelos
que gritan, señalan y gimen deberían de pugnar porque se transparente y se haga
público el padrón de concesionarios del transporte, o temen que al no
alcanzarles la familia y gente de confianza nos enteremos de la enorme cantidad
de taxis y combis que poseen.
Igual de
interesante sería tener a la vista de los interesados el padrón y los
pormenores de la revista vehicular de los últimos cinco años, saber el número
de unidades revisadas y las incidencias, ¿sería pedir demasiado? No, en aras de
transparentar, todo, nunca es demasiado.
Que gusto
d saber que la gente que se aplica y es disciplinada corona sus metas y realiza
sus sueños, no hace ni tres meses el Maestro Juan Carlos Arvide Enriquez,
patrón de la Casona del Teatro, convocó a los medios para anunciar el regreso
de la puesta Cuernos por teléfono.
Perfilada
la obra a cumplir sus 300 representaciones, Arvide invitó al público a
presenciar esta comedia que promete, para quien no la haya visto aún, en
volverse en una de las preferidas de la gente, pues su dramaturgia es de fácil
asimilación y está hecha para toda la familia.
Muy del tipo
de teatro que se realiza en La Casona del teatro, donde no hay butacas, mesas y
se puede degustar un refrigerio o una bebida mientras se paladea la obra de
teatro, pareciera que las puestas que presentan son meticulosamente elegidas.
Espacios
como éste hacen falta por toda la capital del estado, donde los morelianos
puedan congregarse a compartir la cultura en familia, se antoja imposible, pues
la cabeza del municipio acusa su falta de la misma por todos los poros y cada
vez que abre la boca, y eso que se dice profesor.
Y ya que
entramos al callejón de sal si puedes, da pena ver como el canon y canonistas mexicanos,
esos intelectualoides que gravitan en cuanta nómina se puedan colocar, se
benefician de cuanta beca pescan y que se sienten hijos de las mismas musas,
incluso en el ocaso de su vida le hicieron el vacío al Maestro Armando Ramírez
Rodríguez.
Recordemos
que fue la misma imbécil de Margo Glantz la que llamó y bautizó despectivamente
a esa generación de jóvenes creadores como escritores de la onda, Parménides García
Saldaña, José Agustín, Gustavo Sainz y el mismo René Avilés Favila.
Armando Ramírez
fue un autodidacta que nació, creció y murió en el barrio bravo de Tepito, se
sumó al movimiento que comenzaron pintores y artistas plásticos, Tepito arte
acá, volviéndose en poco tiempo un cronista y gestor cultural del barrio y la
ciudad.
La obra
del Maestro Ramírez es un fiel reflejo de los usos, costumbres y rituales de la
vecindad, del arrabal, de un sector de la sociedad deseoso de mostrarse con sus
albures, su comida, sus fiestas tocadas y peleas, por eso Armando no encajó
entre los escritores de la época, bastante fresas y domesticados, acostumbrados
a tragar las sobras de la mesa del poder político.
Si no
han leído todavía, Chin chin el teporocho, háganlo, les prometo que no se van a
arrepentir, y seguro estoy, podría apostar que van a acudir en breve a la
librería de viejo de su preferencia a preguntar por la demás obra de Armando
Ramírez, es neta. Ay ojitooos pajaaaaaaariiitos.
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