Una de Vaqueros. . .
Arturo García
Gaytán.
en twitter: @arturo_ggaytan
en facebook: Arturo García Gaytán
Alsonso:
Te dieron un voto de
confianza,
no un cheque en blanco…
Estas letras las dedico con afecto a
Dulce Barajas, para que pronto recuperes la salud…
¿Qué centenario? Puros pretextos para
gastar y hacerse majes, la Constitución es letra muerta, soporta el marco
jurídico que mantiene a un sistema político caduco y obsoleto que se olvidó de
los grandes temas nacionales y se dedican a robar impunemente, entonces, ¿qué
diablos celebramos?
No hay cambio en la repartición de
riqueza, siguen siendo grupos hegemónicos que si bien no toman el poder por la
vía armada igual dejan miles de muertos a su paso, no, no hay una referencia
plena entre el México bronco del 1917 y el que vivimos hoy.
Desde que México se constituyó como
nación independiente a la fecha ha habido seis constituciones que se suponen
dotan al mexicano del derecho a gobernar y las reglas de acceso al poder, para desechar
de la vida nacional el poder personal o de grupo e implantar el poder
constitucional.
De los 136 artículos que articulan la
carta magna a lo largo de estos 100 años han modificado o derogado un total de
700 reformas constitucional y solamente 22 artículos no han sido tocados
todavía por el Legislativo federal, lo que significa que no representan una
fuente de ingresos.
En nuestro amado país sigue siendo una
constante que haya hambre, que el acceso a la justicia sea para una élite
privilegiada y que los grupos de poder se regodeen en completa impunidad
robando y enriqueciéndose, como la Marrana Duarte en Veracruz o el Pinpón
Medina en Nuevo León. La nación es un asco.
La expectativa de los jóvenes mexicanos
es nula, el estudio y el esfuerzo compiten en contra del crimen organizado y lo
tentador que se vuelve convertirse en soldado de los cárteles, más vale vivir
tres meses como rey que toda la vida como buey, reza la máxima entre nuestros
muchachos.
Reflexionando sin filias ni fobias
partidistas, simplemente utilizando el sentido común alcanza para darse cuenta
de que la calidad de vida que ofrece el gobierno priista de Peña Nieto y el
infra nivel que propone Silviano Aureoles no son viables ni opción para tomar
en cuenta.
El goberladrón de Michoacán siguen en
campaña, promete y dice, pero no hace ni cumple, ha sido tiempo perdido lo que
tiene ejerciendo el poder en Michoacán y es capaz de sacrificar todo y a todos
para mantener su nivel de despilfarro.
No paga a los proveedores del gobierno y
recorta gastos dejando a familias enteras sin comer, pero Silviano no se baja
del helicóptero ni deja de aparecer en medios masivos nacionales, cual faraón se
ostenta el perredista que cree que todavía puede ser candidato a la
presidencia.
Y hoy, a diferencia de hace cien años,
las armas están en las manos equivocadas, están en manos de asesinos y de
quienes hacen negocios matando a nuestros hijos y sobrinos con sus drogas y
luchas por el control de plazas y estados. Ese es el México que no quieren que
veamos y en el que vivimos la cotidianidad.
Poco o nada que rescatar de los
discursos del centenario de la constitución, siguen siendo la perorata hueca y
vacía de algo que debería ser y que no es, la descripción de un sueño que para
muchos de nosotros es pesadilla y no tiene para cuando terminarse.
Sí, amos a celebrar que mantenemos a
cuerpo de rey a una pléyade de diputados federales y senadores que no conocen
la pobreza ni el hambre, celebremos que pagamos un sistema judicial robusto y
corrupto con salarios de ministros y magistrados que ofende la conciencia y las
buenas costumbres.
Salgamos a celebrar que seguimos siendo
los borregos que van al matadero institucional o privado que llaman hospital,
donde la educación laica y gratuita es un recuerdo de antaño, celebremos porque
tenemos los gobernantes que merecemos.
Y ya entrados en gastos, de qué se
alarman con el famoso muro de Trump, si el presidente gringo de verdad sellara
la frontera sur de su país y no entraran inmigrantes ilegales ni drogas,
entonces, estaría quedando expuesto a una revolución, de por sí las protestas
continúan en su contra y si deja sin drogas a las pequeña grandes minorías
raciales y étnicas entonces sí, aguas.
Espanta contemplar la ignorancia e
indolencia conque los geniecillos perversos que susurran e insuflan en las
orejas de los poderosos y los alientan y dirigen a tomar decisiones en tal o
cual sentido, pues empapan a sus patrones con su miopía, filias y fobia y les
endosan sus personales traumas.
Con la celebración del centenario tantas
veces mencionado en esta entrega no faltan los que padecen daltonismo selectivo
y optan por polarizar la historia nacional en dos únicos bandos, pobres, pues
los contrastes y demás gama cromática los deja mal parados.
Es innegable que la constitución
mexicana, francesa, noruega, birmana, norteamericana y holandesa tenga un
fuerte aliento liberal, masónico, tampoco se pude regatear que una gran
cantidad de masones a lo largo del país han aportado y mucho para configurar
esto que llamamos patria y que se nos desmorona entre los dedos.
Y es malo, muy malo, cuando estos
geniecillos se meten de redentores y deciden legitimar o deslegitimar cuerpos
masónicos, ritos y logias, vamos, se abrogan la verdad absoluta y la facultad
de palomear y dictarle anatema a sus más rancias fobias.
Si lo hicieran con sus recursos y a
título personal no habrá reclamo, lo juro, pero lo hacen desde espacios
públicos y con dinero del pueblo y, sobre todo, desde la representación popular
por excelencia que es una diputación; mal y de malas, cuando expongan el cuello,
saquen el propio, no el de que les da de comer.
Y ya que hablamos del arroz con leche en
polvo les decimos a los habitantes del oriental municipio de Tlalpujahua:
tengan cuidado, se les coló una rata de cañería el Cabildo y los van a dejar en
calzones. Cuidado.
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